La inspiración nace del movimiento, del ritmo de la experiencia. En Kia aspiramos a despertar la pasión de todo el mundo, sobre todo de quienes aún no la sienten. Por eso, creamos espacios donde surgen nuevas ideas y que te animan a seguir tu camino.
Con la tecnología de Kia, hemos transformado la belleza del mundo en sonido. Con este concepto como guía, emprendimos un viaje en el que ofrecimos a personas con pérdida de visión la oportunidad de percibir el mundo de una forma diferente.
Bajo la dirección del analista de datos Harald Schaack, usamos los Sistemas avanzados de asistencia a la conducción, diseñados inicialmente para detectar obstáculos, para identificar elementos naturales clave de paisajes: montañas, rocas, arbustos, árboles, hierba y otras formaciones del terreno.
La neurociencia indica que la música activa la corteza visual de las personas ciegas[1], lo que la convierte en una herramienta decisiva para mejorar su conocimiento del entorno[2]. Según esto, colaboramos con el productor musical Wonder Bettin para crear un lenguaje de paisaje a música que transformase la belleza de la naturaleza en una sinfonía.
Asignamos a cada elemento que detectara el coche un equivalente musical distintivo. Todos los instrumentos se seleccionaron cuidadosamente para captar la esencia del tamaño, la textura y la estructura del entorno. Por tanto, las imponentes montañas se convirtieron en sintetizadores de drones profundos, mientras que los árboles cobraron vida a través de flautas, oboes y fagots.
Creamos una interfaz que combina los datos de la cámara con los sonidos del estudio. Cada vez que se detecta un elemento de la naturaleza, la inteligencia artificial lo asocia al sonido correspondiente para componer una sinfonía.
La IA es como un director que guía una orquesta de naturaleza y consigue que el entorno cobre vida a través del sonido. El ritmo cambia en cada curva y, a medida que el coche acelera, la melodía evoluciona para impresionar a quien la escucha con cada giro.
Para demostrar la capacidad de nuestra tecnología, ofrecimos a dos personas con pérdida de visión un recorrido por algunos de los paisajes más espléndidos del mundo y registramos sus historias mientras percibían la naturaleza a través de la música por primera vez.
Esta es Anne. Con 30 años le diagnosticaron distrofia corneal, una enfermedad rara que le impide ver. Ahora, percibe el mundo mediante sentidos que antes no usaba, descubre la belleza de nuevas formas y disfruta de la vida con aún más intensidad.
Llevamos a Anne hasta un valle desértico, donde sintió y escuchó su encanto, lo que provocó emociones intensas.
Este es Danny. Nació ciego por la malformación de sus retinas: sus ojos perciben el entorno, pero su cerebro no lo procesa en imágenes. Desde muy pronto, el sonido se convirtió en su mundo. Vive la vida como una gran canción, halla alegría en su ritmo y espera inspirar a otras personas.
Llevamos a Danny de un valle abierto a un lago esmeralda, donde su conexión con el sonido evolucionó de formas que no imaginaba.
Explora la belleza del paisaje a través de la música con las bandas sonoras de los trayectos de Anne y Danny.
[1] Arnaud, L., Gracco, V., & Ménard, L. (2018). Enhanced perception of pitch changes in speech and music in early blind adults. Neuropsychologia, 117, 261-270.
[2] Sabourin, C. J., Merrikhi, Y., & Lomber, S. G. (2022). Do blind people hear better?. Trends in Cognitive Sciences, 26(11), 999-1012.
La tecnología que se muestra es un experimento y se simula con fines artísticos. No está disponible ni instalada actualmente en ningún vehículo Kia.